lunes, 12 de abril de 2010

Los huesos representan la mayor diferencia entre los tejidos de sostén. En un tejido rígido que constituye la mayor parte del esqueleto de los vertebrados superiores. Está formado por células y una matriz intercelular. Su principal componente orgánico, las fibras colágenas, forma un armazón de refuerzo, invisible en las preparaciones con los métodos usuales, pero demostrable con tinciones especiales. Las fibras colágenas contribuyen en gran parte a la fuerza y resistencia del hueso. El mineral óseo, cuyo principal componente es la hidroxiapatita está dentro de las fibrillas colágenas como cristales de apatita. El contenido de minerales del hueso aumento en el curso del desarrollo, alcanzando al 75% del hueso de los seres humanos adultos.

Los huesos de la cara se disponen adosados a la porción anteroinferior del neurocráneo formando dos bloques óseos, el complejo maxilar superior y la mandíbula. El elemento central del complejo maxilar es el hueso maxilar. Este hueso se sitúa a ambos lados de las fosas nasales y en tornoa él se articulan mediante uniones inmóviles el resto de los huesos de la cara, excepto la mandíbula. La mandíbula es un hueso impar, y el único que posee movilidad, cuya función está, principalmente, al servicio de la masticación.

Hueso Maxilar Superior

Es un hueso irregular que ocupa una posición central a cada lado de la cara. Participa en la formación de la pared lateral y del suelode las fosas nasales, y de la pared interna y del suelo de la órbita. Contribuye, en mayor o menor medida, a las paredes de otras fosas y cavidades craneales (infratemporal, pterigopalatina y cavidad bucal). Sus características principales son, por un lado, que la zona central es hueca y forma el seño maxilar que se abre a las fosas nasales; por otro lado, que posee un amplio borde alveolar, la apófisis alveolar, donde se implantan las piezas dentarias superiores.

Cuerpo: Tiene forma de pirámide truncada en la que se pueden distinguir cuatro caras, una superior, una anterior y otra posterior, que convergen en un vértice truncado, y una medial, que corresponde a la base de la pirámide.

La Cara Medial: Consta de una porción superior denominada superficie nasal, porque mira a las fosas nasales en la que destaca un gran orificio del seño se muestra una superficie irregular con hemiceldillas que se articula con la cara inferior del laberinto etmoidal. Por detrás del orificio del seno se dispone una superficie rugosa recorrida por un surco oblicuo hacia abajo y hacia delante, el surco palatino mayor. En esta región se acopla l lámina del palatino transformando el surco en conducto.

Por delante del orificio del seno hay un surco vertical muy marcado, el surco lagrimal que se continúa hacia abajo por una superficie lisa que forma parte de la pared nasal. El hueso lagrimal, al articularse con el maxilar transforma el surco en un conducto nasolagrimal. A poca distancia por debajo del orificio del seno, se origina una gran apófisis horizontal, apófisis palatina.

Por debajo de la apófisis palatina la cara medial del maxilar dispone de una superficie bucal, que forma parte del paladar duro, y está limitada por un borde inferior prominente, la apófisis alveolar, donde se implantan las piezas dentarias.

La Cara Superior o Cara Orbitaria: Es una superficie lisa y horizontal que forma parte del suelo de la fosa orbitaria. En la proximidad de su extremo posterior presenta un surco marcado, el surco infraorbitario, que se prolonga por un conducto infraorbitario que discurre en el espesor del hueso hasta abrirse en la cara anterior del maxilar. El conducto está ocupado por el nervio infraorbitario y en el curso de su trayecto posee unas ramificaciones, el conducto alveolar superior anterior por donde finas ramas nerviosas alcanzan las piezas dentarias anteriores.

La Cara Anterior: Se dispone bajo la piel de la mejilla. Por arriba, se separa de la cara orbitaria por un borde que contribuye a formar el reborde orbitario.

La Cara Posterior: Es una superficie abombada que se hace más voluminosa en su parte alta formando la tuberosidad maxilar. A los largo de esta cara, se aprecian dos o tres orificios de conductillos que descienden por la pared ósea hacia las piezas dentarias posteriores.

El Vértice del Maxilar: Es una zona prominente que recibe el nombre de apófisis cigomática. Tiene una superficie articular donde queda adosado el hueso cigomático.

Bordes: De los bordes del cuerpo del maxilar, hay que resaltar algunos detalles del borde anterior y del borde posterior.

Borde Anterior: Separa la cara anterior de la cara nasal y presenta una zona escotada, la escotadura nasal que, junto a la del lado opuesto, delimita la entrada a las fosas nasales óseas.

Bordes Posteriores: separa la cara infratemporal de la cara nasal. Es un borde romo, situado ventral a la apófisis pterigoides del esfenoides, con la que delimita una profunda hendidura denominada.

Hueso Palatino:

Es una fina lámina ósea en forma de "L" en la que se puede distinguir una porción vertical y la otra horizontal. La lámina vertical, lámina perpendicular, es rectangular u está intercalada entre el maxilar y las apófisis pterigoides del esfenoide. En su Cara Externa :

1.- Segmento anterior, se articula con la parte posterior de la cara nasal del maxilar y contribuye a delimitar con el conducto palatino mayor.

2.- Segmento medio, queda ocupado el espacio interpuesto entre el borde posterior del maxilar y las apófisis pterigoides.

3.- Segmento posterior, está adosado a la cara interna de la apófisis pterigoides.

Cara Medial: Forma parte de la pared externa de las fosas nasales. Presenta dos crestas transversales donde se articulan los extremos posteriores de los cornetes medio (cresta etmoidal) e inferior (cresta conchal). En cada uno de los cuatro ángulos de la porción vertical se dispone una apófisis.

- Apófisis orbitaria se corresponde con el ángulo superoanterior, está unida al maxilar, al cuerpo del esfenoide y al laberinto etmoidal.

- Apófisis esfenoidal: corresponde al ángulo posterosuperior, se articula con la cara inferior del cuerpo del esfenoides.

- Apófisis piramidal: corresponde al ángulo posteroinferior, encaja en la hendidura pterigoidea, se articula con el borde posterior del maxilar.

Hueso Lagrimal o Unguis:

Es una fina laminilla ósea rectangular dispuesta entre la orbita y las fosas nasales, ocupando el espacio delimitado por delante, por la apófisis frontal del maxilar, por detrás, por el laberinto etmoidal, y por arriba, por el frontal. Por debajo, se dispone el cuerpo del maxilar. Posee dos caras y cuatro bordes.

Cara Lateral: Consta de una porción superior, orbitaria y una porción inferior acoplada al surco lagrimal del maxilar.

Cara Medial: Forma parte de la pared lateral de las fosas nasales.

Los Bordes: Son articulaciones con los huesos vecinos, y de ellos, el inferior se articula con la apófisis lagrimal de la concha nasal inferior determinando que el conducto nasolagrimal se abra en el meato inferior de las fosas nasales.

Hueso Vómer:

Es una fina lámina vertical que contribuye a formar parte del tabique nasal. Posee dos caras que miran a las fosas nasales y cuatro bordes.

Borde Superior: La lámina está bifurcada formando las alas del vómer, las cuales se acoplan a la cresta medie de la cara inferior del cuerpo del esfenoide.

Borde Anterior: Se une a la lámina perpendicular del etmoides y al cartílago del tabique nasal.

Borde Posterior: Es libre y delimita las aberturas posteriores de las fosas nasales hacia la faringe.

Borde Inferior: se une a la cresta nasal del suelo de las fosas nasales.

Cornete Inferior:

Es una lámina ósea, alargada e incurvada en su eje transversal, situada en las fosas nasales. Se proyecta desde la pared lateral, a la que está unida, hacia el interior de la fosa nasal, de modo muy similar al cornete medio.

Cara Superior e Inferior: Del hueso al igual que el borde medial que es libre, carecen de detalles relevantes.

El borde lateral es articular con la pared externa de la fosa y presenta accidentes anatómicos que permiten comprender la distribución de los orificios que se abren a los meatos. Posee una apófisis lagrimal, que asciende para articularse con el borde inferior del hueso lagrimal completando por debajo el conducto nasolagrimal.

Una segunda apófisis es la maxilar, que se dirige hacia abajo para articularse en el contorno inferior del orificio del seno maxilar.

La apófisis etmoidal, asciende sobre la abertura del seño maxilar para unirse al extremo de la apófisis unciforme del etmoides.

Hueso Cigomático (Malar):

Es una lámina ósea de aspecto romboidal que se dispone a nivel del extremo inferolateral de la órbita formando el relieve del pómulo. Está atravesado por un fino conducto temporocigomático, con un orificio de entrada y dos de salida, por el que pasa el nervio temporocigomático.

El borde superior liso forma la mayor parte de la porción inferior y externa del borde orbitario, y se eleva como el borde anterior de la apófisis orbitaria o frontal; el borde anterior se articula con la apófisis piramidal del maxilar; el borde posterior se dirige hacia arriba constituyendo el borde posterior de la apófisis orbitaria, pero hacia abajo toma dirección hacia atrás, constituyendo el borde superior del arco cigomático; el borde inferior áspero del hueso tiene dirección posterior, y forma el borde inferior de la apófisis temporal o ángulo posterior, que se articula con la apófisis cigomática del temporal.

La Apófisis Orbitaria es gruesa donde se articula con la apófisis orbitaria externa del frontal, pero detrás de este sitio se adelgaza y constituye una lámina que se continúa con las superficies orbitaria y temporal y se articula con el ala mayor del esfenoides.

Apófisis Marginalfácilmente palpable, y al lado de ella, inmediatamente por dentro del borde anterior, se observa otro tubérculo donde se insertan el ligamento suspensorio del globo ocular y el ligamento palpebral externo.

La Superficie Orbitaria forma la parte externa del suelo y la pared externa de la órbita; se articula hacia atrás con el ala mayor del esfenoides y se continúa hacia delante con la apófisis orbitaria.

La Superficie o Cara Temporal mira hacia atrás en dirección de la fosa temporal y el plano subtemporal; en su porción más baja y en su borde inferior áspero se inserta el masetero y presenta el agujero del conducto cigomatotemporal.

Hueso Maxilar Inferior:

Es el único hueso móvil del cráneo, y cumple las funciones de soportar las piezas dentarias inferiores y prestar inserción a los músculos masticadores para que, actuando sobre ella, permitan la masticación. Es un hueso impar que consta de una zona central horizontal, el cuerpo de la mandíbula, y dos zonas laterales, las ramas mandibulares, que ascienden a ambos lados de la cara hacia la superficie articular del temporal.

Cuerpo Mandibular: Tiene forma de arco con la concavidad posterior y consta de dos caras anteriores y posteriores.

Cara Anterior: En la zona media se dispone una línea rugosa, la sínfisis mandibular, que marca el punto de soldadura de las dos unidades constituyentes de la mandíbula.

Cara Posterior: A nivel de la línea media se localizan dos pequeños relieves a cada lado para inserción de músculos, las espinas mentonianas superiores e inferiores.

Huesos Propios de la Nariz:

Es un hueso de la cara, par en número de dos, corto y compacto, en forma cuadrilátera, con dos caras (anterior y posterior) y cuatro bordes (superior, inferior, lateral o externo y medial o interno). Ambos huesos propios forman la nariz y el dorso o puente de la nariz. El borde medial de cada uno se articula con su homologo, constituyendo la sutura internasal. El borde lateral (externo) se articula con la apófisis ascendente del maxilar superior. Su borde superior con el hueso frontal y su borde inferior con el cartílago nasal (o cartílago dorsal). Su cara interna se articula con la lágrima perpendicular del etmoides, que forma parte del tabique vasal.

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